Nuestra historia.

Grupo Histal: un equipo multidisciplinar a la vanguardia en la investigación de la histaminosis alimentaria en España.

El conocimiento de los síntomas ocasionados por enfermedades por alimentos y de los factores que pueden modificar su evolución, ha sido fruto del trabajo continuado durante muchos años de un grupo de profesionales de la salud de nuestro ámbito que, desde diferentes especialidades, han sabido identificar los casos de histaminosis alimentaria en todas sus múltiples vertientes y que han compartido su experiencia y conocimiento de manera fluida con el resto del grupo. Estos más de treinta años de trabajo multidisciplinar (bioquímica, dermatología, pediatría, psiquiatría, aparato digestivo, hematología, otorrinolaringología, traumatología, ginecología, medicina interna, etc., etc.) nos han llevado a conocer, hoy por hoy, la histaminosis alimentaria en profundidad.

Cuando comenzamos hace ya más de treinta años, hubo un dato fundamental que todos habíamos observado en los pacientes estudiados: cuando existía una enfermedad ocasionada por alimentos, generalmente eran varios los síntomas que se repetían, independientemente del síntoma principal que motivara la consulta del paciente. Esto hizo que, después de varios años de experiencia, nos resultara relativamente fácil identificar el riesgo alimentario como factor causal en diversos procesos.

A raíz de esta experiencia, se fue diseñando y perfeccionando un protocolo a seguir a la hora de explorar al enfermo, que actualmente juega un papel muy importante en todo el proceso diagnóstico y evolutivo.

Desde el primer momento se tuvo claro que la histamina era para nosotros la molécula clave de todo el proceso y, si bien a veces no era la directamente responsable de los síntomas, sí tenía un gran valor como trazador diagnóstico. Por ello, nuestro grupo propuso el nombre de «histaminosis alimentaria» como forma más exacta y correcta de denominar a esta patología, diferenciándose así de otros conceptos de intolerancia alimentaria que nada tenían que ver con nuestro trabajo.

La fundación de la Sociedad Andaluza para el Estudio de Intolerancias Alimentarias (SAEIA) en 2009 supuso, para los profesionales que trabajábamos en patología alimentaria, un impulso importante para dar a conocer nuestra experiencia y nuestro conocimiento a otros profesionales a nivel nacional e internacional, así como un acercamiento de la información al colectivo de pacientes y al de profesionales de la industria alimentaria, ambos considerados piezas claves del mosaico que dibuja la patología alimentaria.

Innovando en el diagnóstico

Para hacer un diagnóstico etiológico concreto e identificar el alimento o alimentos causales, tras estudiar diversas técnicas de análisis, comenzamos en el laboratorio Lab-Sur de Sevilla, de manos del Dr. Félix López Elorza, a realizar estudios de liberación de histamina que, desde el año 1982 hasta nuestros días se han ido perfeccionando y modificando hasta conseguir una herramienta diagnóstica tremendamente eficaz. La tenaz dedicación a la innovación y mejora del diagnóstico de la histaminosis alimentaria del laboratorio Lab-Sur, que ha dedicado durante muchos años gran parte de sus recursos humanos y técnicos exclusivamente a dicha labor, ha dado como resultado que nuestro grupo disponga hoy en día, de manera exclusiva, de la tecnología más precisa para el diagnóstico etiológico de la histaminosis alimentaria. Ninguna otra técnica similar es capaz de poner de manifiesto los alimentos que producen histaminosis alimentaria, como avalan los varios centenares de miles de estudios realizados.

A su vez, en este tiempo se fueron también perfeccionando los grupos de antígenos alimentarios a estudiar para optimizar la rentabilidad diagnóstica sin elevar innecesariamente los costes para el paciente, estableciéndose un primer perfil básico de nueve alimentos que, en un 70% de los casos es suficiente para afrontar el control dietético de la enfermedad. De cualquier forma, Lab-Sur tiene estandarizados una amplísima variedad de antígenos alimentarios (animales, vegetales, aditivos...) para cubrir cualquier necesidad que pueda plantearse dentro del estudio progresivo del paciente.

Grupo Histal: el trabajo continúa...

El Grupo Histal nace con el compromiso de dar continuidad a toda esta experiencia enriquecedora que hemos ido acumulando y consolidando durante tantos años en el ámbito de las enfermedades por alimentos. Así lo han entendido los distintos profesionales que han ido incorporándose a nuestro grupo, no como meros espectadores sino como elementos activos que han ido aportando a su vez nuevas estrategias de manejo de la patología alimentaria y han ido especializándose en determinados aspectos de la misma que hasta hace unos años representaban un problema difícil de resolver en algunos casos.

La mejora en las dietas terapéuticas personalizadas, el control de la histaminosis enteral por consumo crónico de fármacos, el manejo de la histaminosis recidivante y de los factores capaces de descompensar una evolución favorable de la enfermedad, los procesos mixtos concomitantes con enfermedades autoinmunes, así como los excelentes resultados en reproducción humana por control terapéutico de la histaminosis, han marcado los últimos años de trabajo de nuestro grupo de profesionales. Actualmente son muchas las líneas de investigación abiertas que se llevan a cabo para continuar dando respuestas a las incógnitas que la patología alimentaria nos hace plantearnos.

Historia de las enfermedades alimentarias

Aunque, como hemos visto, nuestra historia está centrada en los últimos treinta años, la historia de las enfermedades alimentarias es tan antigua como el hombre. El pasado de la humanidad está plagado de relatos en los que se relaciona un síntoma o una enfermedad con el consumo de algún alimento. Los egipcios, por ejemplo, ya conocían de una forma empírica que el ayuno prolongado aliviaba los síntomas de algunas dolencias crónicas, como las cefaleas. Estas experiencias fueron transmitiéndose a lo largo de los siglos, aunque no fueron siempre valoradas de la misma forma. Así, en la Edad Media, a los enfermos de migraña se les repudiaba socialmente, y eso en el mejor de los casos.

De la misma forma que el siglo XX estuvo marcado por los grandes avances en el conocimiento de las enfermedades infecciosas y el desarrollo de las terapias antibióticas, pensamos que, posiblemente, el siglo XXI pase a la historia por el conocimiento de las enfermedades alimentarias. En ese sentido, nuestro grupo lleva trabajando desde los años 80.

Dentro del contexto de las enfermedades por alimentos, en este momento, observamos que hay una gran turbulencia, más que en el conocimiento, en la difusión, llegando en ocasiones a crear ciertas alarmas. Impresiona como que, cuando hay una solución a un problema, parece como si el problema se multiplicase, cuando realmente no es así, pero crea falsas esperanzas que luego se trasforman en decepciones.

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